Poniendo límites

Si supieras cuantas veces me dije a mi misma:"al diablo con todo, al diablo con todos, ya hice suficiente, que otros hagan su parte. basta, basta, basta".
Golda Meir

Muchos de nosotros nos pusimos, en más de una ocasión, en primera fila tratando de hacer lo que se llama "la milla extra".

Estábamos seguros de ser indispensables y que si nosotros no podíamos manejar la situación, nadie más podría.

Busquemos una perpectiva diferente. Cuando llegamos al punto donde queremos gritar: "al diablo con todo", pensemos que la cuestión no está "allá afuera" sino "acá adentro" y que no hemos cuidado de nosotros.

Cuando aprendemos a cuidarnos, aprendemos a soltar la cuerda antes de vernos forzados a caer de rodillas.

Busquemos un "programa de recuperación"aprendiendo a reconocer los signos de autoabandono y evitaremos hacernos daño.

Voy de camino a esa recuperación de mi misma, presto atención a las señales y voy sintiéndome cada vez mejor.

Si bien esto fue traducido del libro Meditaciones para mujeres que hacen demasiado, estoy segura que el consejo de Golda Meir puede ser aplicada a muchos hombres también.