domingo, 24 de febrero de 2008

Juego de ochos

Don caboreyes como lo llamo yo (caboreyes.blogspot.com) me "invitó"a jugar y como no me achico, acepté.

Según me instruyeron, la cosa sería así:
1- Cada jugador empieza con un listado de 8 cosas que quiere hacer antes que lo abrace La Parca, no importa que cosa sea, pero 8.
2- Hay que escribir esas 8 cosas en su blog junto con las reglas del juego.
3- Hay que seleccionar 8 personas, invitarlas a jugar y anotar su nombre o el nombre del blog.
4- Es importante no olvidar dejar un comentario desde donde nos invitaron a jugar.

Dicho lo cual, paso a enumerar:
1- Quiero tener una biblioteca ENORRRRME en mi casa. para sentarme a leer durante horas.
2- Quiero visitar el sur de mi patria desde Bahía Blanca hasta Tierra del Fuego.
3- Hacer otro viaje, esta vez hacia el otro extremo y conocer la Quebrada de Humahuaca.
4- Viajar en helicóptero.
5- Poder pasara aunque sean 15 dias en una cabana de troncos. (y que la letra n con palito arriba no se me niegue).
6- Aprender a bailar árabe.
7- Aprender a hablar portugués.
8- Tener mi consultorio para masajes en mi casa.

Hay más, mucho más pero por el momento con esto es suficiente.

Me gustaría que participen de este juego:
Fabrizio
Ross
Marian
La maga cordobesa
La Wonder
Cecis Funanbula
Alex
Dosto
Quedan invitados

martes, 15 de enero de 2008

El cumplimiento espontaneo del deseo

Estamos conectados a cada cosa que existe y a cada cosa por venir. Las "coincidencias"pueden ser reconocidas como importantes señales sobre facetas particulares de nuestras vidas que requieren nuestra atención. A medida que aprendemos a prestar atención a esas señales y sus significados, comenzamos a conectarnos más y más con el campo de las infinitas posibilidades. Ahí es cuando comienza la magia. Deepak Chopra

domingo, 23 de diciembre de 2007

Un regalo con imaginación

Sentarse cómodo (en el suelo o en una silla). Encender una velita. Ponerla delante de la vista. Concentrarse en la luz de la vela. Respirar con calma. Ahora imaginemos....
- Que la luz que irradia penetra, a través de nuestra vista, en el entrecejo.
- Que lentamente se agranda hasta ser muy grande y ocupa toda nuestra cabeza.
- Que podemos redireccionar (parte de la luz) hacia el resto de nuestro cuerpo.
- Que esa luz se hace enorme en nuestro corazón.
Ahora la luz es tan grande que ya no cabe en nuestro interior. Entonces lo que podemos hacer, siempre usando la imaginación, es tomar partecitas de esa luz tan grande y comenzar a repartirla. Pensemos en esa persona que siempre está a nuestro lado. No importa si es tu pareja, tu padre, tu jefe o vecino. Tomá entre tus manos una chispita de tu luz y dásela a esa persona. Pensá en otra persona y volvé a hacer lo mismo. Notarás que tu luz no decreció sino, por el contrario, se hizo más grande todavía. Seguí repartiendo tu luz. Todos tus parientes, amigos, vecinos. No interesa si en algún momento tuviste una discusión o si no se hablaron por mucho tiempo. Incluso, podés hacerle llegar esa luz a la gente que vive en tu país y nunca le verás la cara, a los habitantes de otros paises, a quienes gobiernan el país y el mundo (a ver si cambiamos las cosas de una buena vez). No seas mezquino/a. Yo te aseguro que no vas a quedarte a oscuras. Cuando quienes te rodean están bien, vos estás bien.
FELICES FIESTAS PARA TODOS!!!!

Amor y Luz.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Algo que leí

"Desde el principio de los tiempos los humanos hemos contemplado las estrellas con asombro, buscando en su luminosidad respuestas, inspiración y guía.

Salimos de nuestra contemplación con historias de dioses, diosas, mapas del universo, astrología, astronomía, matemáticas y arte.

Las reverenciamos, nos maravillamos y hasta nos proyectamos al espacio exterior intentando comprender su esencia mágica.

Sabemos, ahora más que nunca, qué son esas luces celestiales, la distancia a la que se encuentran y hasta que les sucederá con el tiempo. Aún así, la información que poseemos no substituye lo que podemos llegar a experimentar.

Observar las estrellas es, sin duda, uno de las formas mas antiguas de meditación y está a nuestra disposición casi todos los días. Sabemos que en las ciudades no siempre se puede pero a veces no hace falta recorrer tantos kms. para verlas en todo su esplendor. Lo único que necesitamos es esperar que se ponga el sol y una mantita para poder acostarnos en el suelo. Al acostarnos en el suelo, aparte de hacer una conexión con la Tierra, logramos que nuestros pulmones trabajen libremente. Esto hace que, lentamente, podamos conectarnos con el cielo y el pulsar de las estrellas. Mirando comodamente su vastedad en algún momento notaremos que nuestro cuerpo se expande y contrae del mismo modo que lo hace el universo, que ya no hay cielo ni tierra, que simplemente estamos fluyendo al mismo ritmo y estamos flotando logrando un estado de serenidad, gozo y la seguridad que somos uno con el Universo."

Hasta ahí la traducción de lo que leí. Ahora yo digo: Cuanto tiempo podemos llegar a "perder"? Que tal si lo intentamos? Llevar a tus hijos? Yo diría que si tenés chicos también los lleves para que aprendan. Perdón, quise decir para que nos enseñen.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Pa'no creer

Este blog, sencillito y sin más pretensiones que las de compartir con el prójimo las cosas que a diario aprendo, cumplió, ayer, su primer añito.

Gracias a todo aquel que pasó y leyó, aunque no haya comentado.

miércoles, 24 de octubre de 2007

Para los 365 días de Mamá

Creemos que la fuerza se genera en un lugar llamado "determinación y voluntad de triunfar no importa el costo".

Aún cuando quisiéramos pensar que a las mujeres se las puede encasillar en esa fórmula, lo que realmente hace que a una mujer "triunfadora"es nuestra capacidad de oir nuestra sabiduría interior ante cualquier situación que se nos presente.

No necesitamos, como los hombres, meternos en rol para ser efectivas en lo que hacemos. Simplemente tenemos que ponernos en sintonía con nosotras mismas y nuestro sentido de la compasión para realmente mostrar la profundidad de nuestra fuerza.

No es fácil, lo sé, pero si podemos conectar con nuestros guias, dejar hablar a la intuición (no acallarla con argumentos) y ver la situación que se nos plantea con amor y compasión, podemos mostrarle al mundo el verdadero poder de nuestra naturaleza femenina.

Aprendiendo a integrar esta fuente de poder a cada cosa de nuestro diario vivir, sabremos ser más flexibles con lo que pasa a nuestro alrededor y abiertas a toda nueva idea.

Aunque unos días tarde FELIZ DIA MAMA

jueves, 20 de septiembre de 2007

Terapia anti stress

Como adultos solemos acercarnos a los niños con la intención de enseñarles cosas de esta vida a la cual llegaron hace poco.

Es cierto que tenemos valiosa información que transmitirles pero tenemos que comprender que los niños están aquí para enseñarnos tanto como nosotros podemos enseñarles a ellos.

Son "nuevos"en este mundo y no están condicionados o enredados con ideas preconcebidas sobre personas y situaciones que se les presentan. Para ellos, un par de zapatos es una cosa que sirve para ponerse en los pies y punto. No se fijan si están de moda o son el color correcto para la vestimenta.

Viven inmersos en el momento actual, mirando todo con la mente abierta, en un estado permanente de asombro, entusiasmo y espontaneidad todo lo que los rodea, que nosotros como adultos, apenas si notamos.

Si encontraramos el modo de acercarnos a ellos reconociendo que son nuestros maestros, si les permitiéramos, cuando jugamos con ellos, que determinen el flujo del juego, redescubriríamos la magia del "ahora".

En este lugar mágico, retornaríamos a la inocencia, sin saber que sucederá a continuación. Sin agendas ni libreto. Recordaríamos como dejar que las cosas simplemente fluyan.

En este lugar mágico, aunque sea por un ratito, no sentiríamos cansancio, se borrarían las arrugas de nuestra frente y volveríamos a reir. Aunque sea por un ratito.
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Traté de llegar hasta el niño a través de las palabras, pasaron de largo sin que él las escuchara siquiera.
Traté de llegar hasta el niño a través de los libros; solo conseguí que me mirara perplejo.
Desesperado me dí vuelta y pregunté:
- Como puedo llegar hasta tí?
Me susurró al oido
- Ven, juega conmigo!

Anónimo